Curso: 5º B
Ayer por la mañana me fui a la playa y...
¡Vaya sorpresa la mía!
La playa estaba desierta aquella mañana.
Yo pensé que era muy temprano,
porque era demasiado raro.
También pensé que ya estaban hartos,
porque estuvieron en ella todo Marzo.
Yo también estuve,
pero no estaba tan harta.
Luego pensé,
¡Qué suerte la mía,
no me molestan ni pizquita,
la playa es toda mía!
Cuando llegó la hora de irse,
me puse a llorar,
pues la gente no me estorbaba "pa ná".
Mi madre intentó convencerme,
pero no lo conseguía,
y como mi padre lo veía me decía:
-¡Vámonos o no comes!.
Pero aún así,
del agua no salía.
Entonces mi hermano me dijo:
-¡O nos vamos o juegas conmigo!.
De repente salí del agua,
mi madre se quedó de piedra,
y mi padre se volvió agua.
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