Madre de alumno
Bajo el arrullo celeste como un bebé dormitaba
Quien merecido el descanso tardío hacía
Cuando más sus pensamientos entretenía
La madre vida a sus pies temblaba.
Blanca pureza de azucena chorreaba
Cuando el cuerpo del alma desaparecía
Bajo el manto de la muerte veía
Su esperanza de vida abandonaba.
Tan desolados como ángeles caídos
Sus seres engullidos se quedaron
Dejando atrás sentimientos malheridos.
Tú Dios todopoderoso que te enseñaron
Te olvidaste aquel día de los desprotegidos
Acúnales en tu regazo a los que se desanimaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario